Otto Madrid

Comienza una nueva semana, y para hacerlo con energía escribo la primera reseña de este nuevo blog para hablaros del Restaurante Otto, que he tenido el placer de probar este fin de semana.

Otto es el restaurante de Rosauro Varo (conocido en el mundillo del famoseo por ser novio de Amaia Salamanca) y está localizado en el Paseo de la Castellana 8, prácticamente al lado de Embassy de la Castellana. El restaurante abrió en 2014 y se define como un restaurante cosmopolita de cocina de mercado.

Ambiente

Es un restaurante moderno y con ambiente cuidado. Da una primera impresión de ser un poco frío e impersonal recordando un poco a restaurante de hotel de lujo, pero cuando te fijas un poco tiene muchos detalles y varias salas que crean zonas mas pequeñas con bastante encanto.

El espacio es grande y no estaba demasiado lleno para ser sábado a la hora de comer. Sorprende la zona del piso de abajo con barra para copas y una pequeña terraza con flores.

Cocina

Bajo mi punto de vista, la cocina es uno de los puntos fuertes de este restaurante y eso es algo que últimamente es cada vez mas difícil encontrar. Todos los platos que pedimos eran correctos, a destacar las croquetas de carabineros y la tarta de queso ecológico que son de las mejores que he probado en los últimos años.

Recibimiento:

Cuando llegas te traen de aperitivo unas aceitunas aliñadas, muy buenas, y distintos panes que están bien (podrían estar calientes para mejorar). Además, nos sirvieron como invitación de la casa, unos grissini con crema de phildelphia y anchoas, que no estaba mal si te gustan las anchoas (no es mi caso).

Entrantes

- Croquetas de carabineros. Simplemente se merecen un 10, muy sabrosas, con textura melosa sin ningún trozo, con empanado fino y crujiente y doradas en su punto.

- Ceviche de merluza. Muy fresco y con mucho toque a limón. Había trozos que quizás sabían un poco demasiado a pescado pero bastante correcto.

- Tostitas de parmesano y tomate. Muy buenas y abundantes pero no tienen mucho misterio, es una bruschetta italiana clásica reiventada al venir con el parmesano fundido.

Segundos:

- Albóndigas de ibérico. Plato muy abundante, con una salsa que recordaba en cierta forma a que se usa para la caza muy bien terminada.

- Tartar de atún. Súper fresco y un atún con un sabor super suave. El aguacate que lo acompañaba estaba hecho casi guacamole.

- Lomo de bacalao al horno con tomate confitado. Bacalao con sabor suave y correcto y con un toque a ajo.

Postres:

- Tarta de queso ecológico. Textura impresionante, súper suave y cremosa. Sólo cambiaría la base que es de bizcocho y a mi personalmente me gusta más la de galleta, pero me parece la mejor tarta de queso de restaurante que he probado hasta la fecha ( y he probado muchas).

Atención

Camareros y recepcionista súper atentos y dispuestos. Nos sirvieron rápido y nos recomendaron fenomenal.

Precio

Al lado de cada plato he puesto el precio oficial de carta. Nosotros fuimos con Kviar, que es una aplicación (similar al tenedor pero que le da mil vueltas) de reserva de restaurantes con un descuento especial (30%). La recomiendo encarecidamente ya que todos los restaurantes que incluyen han pasado un filtro previo y te aseguras que cumplen con un mínimo. El único inconveniente es que para poder utilizarla hace falta invitación o pagar.

El precio medio resultante por cabeza fueron 23€, por lo que es muy barato para la calidad del producto, aunque es cierto que no pedimos botella de vino que suele ser siempre lo más caro en las cuentas.

Experiencia y puntuación total

La experiencia total ha sido muy buena y repetimos seguro. Restaurante totalmente recomendable si buscas algo más que solo el ambiente (no es para solo "postureo" como le gusta al 80% de los madrileños) ya que no había demasiada gente (ostenta a ser uno de los restaurantes cool del momento pero no termina de cuajar).

La cocina bajo mi punto de vista supera mucho la de los típicos restaurantes de moda del estilo Marieta,etc...

Si tuviera que poner una nota le daría un 7.5/10.

De momento esto es todo amigos.

En unos días más y mejor.

Love,

Zita